Necesitas una junta
En serio, ¿Necesitas una junta?, Antes de convocar o sugerir una junta pregúntale siguiente, ¿Necesito opiniones?, ¿Que resultado espero de la reunión?, ¿Para dar solución, requiero ayuda?.
En serio, ¿Necesitas una junta?, Antes de convocar o sugerir una junta pregúntale siguiente, ¿Necesito opiniones?, ¿Que resultado espero de la reunión?, ¿Para dar solución, requiero ayuda?.
Ahora que comence a trabajar en varios proyectos simultáneos, me he dado cuenta que es necesario tomar retos, así es como logras saber tu verdadera capacidad, no me refiero al multitasking, me refiero a que puedas tener varios proyectos con su justo enfoque y tiempo de ejecución; por eso «pruebate».
Te ha pasado que en tu trabajo, sientes que el tiempo pasa rápido, o que estás tan metido en un tema que de repente se acabó el día y lograste tus objetivos del día fácilmente; pues te digo que ese estado tiene un nombre: «estado de flujo».
Hoy en día es difícil mantener la atención en algo, pues la vida digital es hiper dinámica, y eso en la vida real juego un papel en contra, pues en mi experiencia la atención requiere de «alerta máxima».
Todo comienza en desorden, cuando comenzamos un proyecto normalmente enlistamos todo lo que se necesita, pero lo que nadie te dice es que la mejor estrategia es «una cosa a la vez», es la mejor manera, y ahora te lo explico.
Hay algo que me hubiera gustado saber antes de querer ser una máquina de productividad; y es la pregunta simple de ¿Ser o no ser Productivo? ¿Cuáles son los beneficios? ¿Y que costo tiene ser productivo?
Cuando era niño recuerdo que siempre me gustaba tener mis cosas en orden, pues creía que el orden siempre gana, y te puedo decir que hasta ahora sí es un factor importante para mí vida.
Esta es una anécdota, interesante y digna de contarse, pues fue cuando descubrí lo importante que sería lo que alguna ves me dijo un mentor que tuve, el me dijo «un paso adelante» y ya verás lo bien que te irá en la vida.
Recuerdo cuando me toco por primera ves tener personas a mi cargo, sentía una emoción y una responsabilidad increíbles, ese día fui al baño varias veces, y antes de salir recordé una frase «no te aceleres, tómalo con calma», no recuerdo de dónde pero la llevaba en la mente.
Cuando comence a trabajar en la iniciativa privada, me di cuenta que estaba en un lugar con gran competencia, en ese momento la única forma de ser competitivo era dar prioridad a lo que me haría destacar, así que me dije «enfócate».